Santo Domingo Este es la única de las grandes ciudades que no ha contado con la «bendición» del Ministerio de Obras Públicas.
Solo la Avenida de las Américas, consecionada a «no se sabe quién» tiene los cuidados intensivos de ese Ministerio.
Se creía que era por problemas de «grupos políticos», sin embargo, curiosamente, el Distrito Nacional en manos de «dizque» el PRM, junto a Santiago de los Caballeros en manos del «dizque» leonelismo, han contado con la «mano salvadora» de dicho ministerio.
Para colmos, Haina y Santo Domingo Norte, en perfecto acto de adulación desmedida, declaran al incumbente «hijo» de la ciudad.
Se sabe que por más grande que sea el presupuesto de Santo Domingo Este, incluso por más grande podrían ser algún que otro desvío de recursos, no alcanza «ni para una botellita de agua» si se quieren resolver los innumerables y crecientes problemas de asfalto de este gran territorio.
¿Será que Alfredo Martinez (El Cañero) no cuenta con la venia del Ministro de Obras públicas, hasta el punto de sacrificar una ciudad de un millón de habitantes al abandono?
